viernes, 16 de enero de 2015

La estudiante parte 2


Denzel Candie


Al hacer aquella pregunta, su respuesta es rápida y eficaz, “Siii” entre jadeos mientras agarra mi pelo con firmeza sin querer dejarme separar mi boca de su apertura. Me separo de ella y la digo mientras la agarro su mano que sigue cogiendo mi pelo. - Quiero que veas lo que tengo para ti. - Me siento en el asiento haciendo que ella en su lado haga lo mismo. Me desabrocho el pantalón pudiéndose notar que mi erección es descomunal. Apoyo mi nuca contra el asiento y hago fuerza con el cuello hacia atrás para poder separar mi trasero del asiento y así bajar mis pantalones.
Al quedarme solo con los calzoncillos y viendo su cara, no lo puedo evitar, hago que mi pene tome vida propia, y mando un impulso de sangre que hace que se mueva de abajo a arriba. Ella sonríe al ver el salto que dio mi ropa interior por arte de magia y echa una mano sobre el bulto. La agarro del cuello para besarla de manera posesiva, la poseo con firmeza, disfruto de sus labios y me introduzco en su boca con pasión mientras ella agarra con fuerza mi erección.
-Es toda tuya, hazme lo que quieras. - La digo mientras mi cabeza no piensa nada ya. He desconectado. Ya soy un animal.
Sigue agarrándome con fuerza pero no avanza, y noto que mi pene está a punto de reventar. Necesito que me quite el bóxer. Supongo que es lo más parecido a lo del sujetador de las chicas. La miro a la cara y ella me mira a mí. Con la mirada la estoy diciendo lo que quiero. Ella recibe el mensaje. Me empieza a desnudar de cintura para abajo. Se agarra a mi y comienza a acariciarme. Yo me estiro como un león justo antes de abalanzarse a su presa. Pero quiero más.
-¿Sabes? Hay una cosa que nunca hiciste y quiero comprobar si eres igual de buena que en el resto de cosas que me haces. -Voy a soltar la “bomba” mientras la miro fijamente a los ojos.
Ella sabe lo que quiero pero no me va a dar el placer. Me suelta rápidamente niega con la cabeza mientras me dice:
-Sabes que no lo voy a hacer. Apenas nos conocemos y ya sabes lo mal que lo pase con el herpes. No quiero volver a pasar por lo mismo.
-Entonces me vas a dejar con las ganas... -No sé cómo hacer para conseguir disfrutar dentro de su boca. - Lo necesito. Nunca lo hiciste y las ganas están tan acumuladas que hoy es el día.
No tiene intención ninguna. La miro con cara de corderito degollado mientras la acaricio la espalda y sí, llega el momento.
Agarra mi pene con firmeza, apretándolo hasta el punto de cortarme la circulación de la sangre mientras me mira con esa cara lasciva. Esa cara por la que me pone tanto. Va arqueando su espalda con un único objetivo mientras me sigue mirando. Me encanta. Deja de mirarme y se introduce mi glande en la boca.
Noto su calor.
Noto su saliva.
No baja mas allá de la corona del glande. Me succiona con fuerza y comienza a subir hasta que se despega de mí oyéndose un tremendo sonido en el coche, como cuando un niño saca el jugo a un chupa-chups. Me mira de nuevo y manteniendo la mirada, abre la boca frunciendo el ceño y enseñando los dientes. Eso me pone. Saca su lado salvaje mientras yo la acaricio el pelo por debajo de la nuca. Siento de nuevo el calorcito de su aliento sobre la punta de mi pene. Me dispongo a disfrutar de otra gloriosa internada en su boca, pero esta vez mas profunda, cuando... ¡Sorpresa!. Siento sus dientes sobre mi y el dolor me sube desde el coxis hasta el cerebro mas rápido que la luz. Mi reacción es cerrar el puño agarrando su pelo y tirar hacia atrás de su cabeza. Por el tirón de pelo su cara se aleja de mí rápidamente mientras veo en su mirada placer, lujuria y diversión.
-¿Te has divertido? - La increpo con signo de dolor en mi cara aún.
Se está mordiendo el labio y ya no me mira a mi. Mira mi pene con deseo de llevárselo a la boca de nuevo. La tiro del pelo de nuevo girando un poco la muñeca y hago que me mire mientras con la otra mano aprieto su cuello. Acerco su boca a la mía y la beso como si nunca hubiera besado a nadie así.
El dolor que todavía siento ha despertado algo en mí. Una bestia. Un animal. Suelto su cuello y la agarro de su cara. - Tienes otra oportunidad y está vez pórtate bien o tu castigo será ejemplar. - Digo mientras clavo mis ojos en su boca. Quiero que esa boca me haga disfrutar.
La suelto el pelo y dejo que ella vuelva a agarrar mi pene con firmeza. Se pone de rodillas
en el suelo del coche como puede, pues debido al tamaño de mis piernas, casi no entra entre los asientos y mi cuerpo. Siempre tuve complejo de tener las piernas grandes, pero jugar toda la vida al fútbol es lo que tiene. Cierro los ojos e inclino mi cabeza hacia atrás en el mismo momento en que se introduce en su boca mi erección. Tiene que estar notando las pulsaciones de mi corazón en su boca. Las noto hasta yo.
Baja y sube con firmeza mientras que acompaña con la mano el movimiento. No puedo reprimir apretar el culo con fuerza haciendo subir aún más mi pelvis, y de esta manera entras más al fondo de su boca. Tocar su garganta es mi objetivo.1.., 2..., 3... y hasta 20 embestidas cuento con su cabeza sobre mí y la tengo que decir que se detenga si no quiere que estalle allí mismo.
La retiro la cara agarrándola del cuello. Nosotros somos así, nos gusta el sexo duro, con fuerza. Recuerdo el primer polvo en mi cama. Yo tratándola bien, haciéndolo relativamente lento, sin golpes, agarrones de pelo, susurros lascivos al oído... Tumbados, al acabar me dijo: “¿eres siempre así?”.Pregunté que a que se refería y me contestó que si era así de aburrido. A los 5 minutos estábamos comportándonos como somos, auténticos animales.
Con su cuello en mi mano y sin mas contacto que ese, la levanto hacia mi boca mientras ella se sienta a horcajadas sobre mi y comienza a frotarse contra mi pene mientras la comienzo a susurrar guarradas. No sé ni qué la digo, en esos momentos no soy persona.
Mientras ella asiente con la mirada fija en mis ojos, sigue moviéndose con firmeza mientras me agarra del pelo y me tira hacia atrás la cabeza con agresividad. Me muerde la clavícula. Me chupa el cuello. Llega a mi oído. Me muerde el lóbulo y tira de él. Al sentir el dolor en mi oreja me escurro en el asiento. Me voy a llevar la mano a mi dolorido oído cuando siento que ella aprovechando mi movimiento se ha insertado en mi. Noto como se abre su piel para mí. Esta empapada. Yo durísimo. Por fin somos uno. Se me quitan todos los dolores. Llevo mis manos a su culo y la aprieto con ganas acompañando su movimiento sobre mi. Agarro con ambas manos su cintura mientras ella se arquea. Veo que esta golpeando constantemente el techo de mi coche con la cabeza, pero nos da igual. No para de morderme el cuello los hombros mientras yo aprieto con firmeza su cintura, su trasero y alguna vez subo a su pecho mientras mordisqueo sus pezones.
Es invierno y no podemos salir del coche para ponernos encima del capó. Es una de nuestras posiciones preferidas, sobre todo cuando alguna vez a lo lejos hemos visto practicar a alguien running y no hemos parado en ningún momento nuestro baile.
La tumbo boca arriba con fuerza sobre el asiento. Sigue con la camiseta puesta. Abre sus piernas todo lo que puede para que pueda volver a entrar en ella. Lo hago de manera rápida y eficaz. Vuelvo agarrar su cuello mientras pongo todo mi cuerpo sobre ella y la susurro al oído “¿y lo bien que vas a estudiar luego?” noto que se ríe entre jadeos.
Nuestras respiraciones son entrecortadas. Cada acometida mía es un golpe contra la puerta del coche. No tiene más remedio que poner su mano e intentar separarse de la puerta lo que pueda, pero no quiere parar. Me incorporo para ver semejante cuadro. Me encanta contemplar su mirada mientras la hago mía.
La agarro de la cintura con fuerza acompañando mis movimientos mientras sigo mirando su cara y cómo la camiseta, debido al movimiento, va subiendo dejándome ver sus pechos de manera intermitente. No puedo parar ya. El clímax está cerca. Y por sus jadeos el suyo también. Me inclino sobre ella, paso mi brazo por su espalda y mi mano en su hombro para bajar su cuerpo hacia abajo justo en el momento en que los dos estallamos de placer.
Otro día más nos hemos puesto al día. Otro día mas nos dimos alegría.

3 comentarios:

  1. Hola Hola!
    como estás mi Ninfa?
    paso a decirte que no me eh puesto al día con todos tus relatos.
    Perooo que prometo hacerlo y además te he dejado un pequeño premio. para demostrar que me encantan tus relatos y que no eh leído es por falta de tiempo.

    http://lilyth-opiniones.blogspot.com/2015/02/premio-cuentame-tus-secretos.html

    Bezote!

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  2. Hola, muy buen relato. Te invito a mi blog http://fantasiaspropiasyajenas.blogspot.com/ recién lo inicié y pronto publicaré mi primera historia.

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  3. Me ha gustado mucho y me ha excitado bastante, la verdad. Mañana con más tiempo cotillearé otrs relatos tuyos

    Aprovecho para invitarte a que hagas lo mismo y veas el mio, http://losencuentrosdeanabel.blogspot.com.es/ llevo poquito pero me gustaria saber tu opinion, es en plan diario, sobre mis peripecias, pronto publicaré mi primer encuentro

    Muchas gracias!

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