viernes, 21 de septiembre de 2012

El desliz - Capítulo 2


Capítulo 2








Miró el despertador, para descubrir que eran las once y media de la mañana. Se estiró en la cama mientras bostezaba, para después levantarse e ir al lavabo.

Sus padres, ya estaban haciendo viajes de casa al coche y viceversa para guardar el equipaje. Los saludó cuando pasó junto a ellos por la entrada, para poder ir a la cocina. Se preparó un tazón de leche con cacao y se sentó en el taburete de la mesa mientras encendía la televisión.

-          Muy bien, nosotros ya estamos – dijo su madre mientras se pasaba la mano por la frente, para quitarse el sudor – cualquier problema en casa, luz, agua, gas… nos llamas.
-          Sí – respondió Yolanda sin apenas mirarla mientras soplaba dentro de su tazón.
-          Nada de fiestas, nada de escapadas y nada de que tus amigos se queden a dormir en casa.
-          Solo vendrá la Vero y se quedará a dormir te guste o no.
-          Vale, la Vero puede venir, pero nadie más ¿entendido?
-          Sí. Joder, mama, que no es la primera vez que me quedo sola.
-          Ya lo sé, pero siempre duele dejar sola a tu hija en tu casa.
-          Me lo voy a pasar bomba no te preocupes – dijo tranquilamente Yolanda.
-          No lo pongo en duda, pero ten cuidado ¿vale?
-          Que sí, pesada. ¡Anda y vete ya!

Yolanda se levantó sonriendo para despedirse de sus padres, dándoles un beso en cada mejilla. Después, salió al balcón y se despidió de ellos con un gesto de su mano y vio cómo se alejaba el coche de sus padres calle arriba.

Entro de nuevo en el comedor, cerrando el balcón y cuando se volvió dio un gran salto con los brazos en alto y gritó un bien alto.

Corrió a la cocina y bebió de un trago el resto de leche que le quedaba. Se secó con la mano la boca para después salir corriendo al comedor y encender el equipo de música. Puso un cd de los Black Eyes Peas y subió el volumen muy alto.

En pocos segundos, el piso de sus padres comenzó a temblar a causa de los altavoces, pero Yolanda disfrutaba con cada nota musical, mientras movía el esqueleto.

Le encantaba bailar, adoraba el baile y siempre que podía lo danzaba sin miramientos.

Bailó hasta su habitación, levantó la persiana y abrió la ventana de par en par. Desde su cuarto, podía ver otros patios de luces, pero a ella no le gustaba fisgonear a sus vecinos. Echó la cortina y sacudió las sábanas de la cama para poder hacerla.

Mientras cantaba al son de la canción de Fergie, abrió su armario y sacó unos tejanos negros y una camiseta de tirantes blanca. De la mesita de noche, cogió un tanga y un sujetador. Después fue a la ducha y abrió el grifo, graduándolo a temperatura media.

Todavía quedaban pocas semanas para el verano, pero había días que el sol, calentaba como si ya lo estuvieran.

Después de desnudarse y comprobar que el agua estaba a su gusto, se metió dentro. Cogió la alcachofa de la ducha y comenzó a mojarse el pelo, la cara y el cuerpo. Pero cuando continuó bajando la alcachofa se detuvo en su sexo.

Abrió un poco las piernas y dejó que los chorros chocaran contra su clítoris. Siseó de placer.

-          A veces creo que soy una ninfómana – pensó en voz alta.

Se dejó caer y quedó sentada en la larga bañera, mientras abría las dos piernas y las levantaba a ambos lados de la bañera. Le gustaba mucho poder masturbarse, de la forma que fuera. Pero la ducha, le proporcionaba un placer distinto a la que podía darle su dedo.

Guió los chorros por todo su coño y volvió a detenerse en el clítoris. Con la otra mano se abrió un poco los labios y volvió a subir y bajar la alcachofa para que los chorros chocaran donde ella quería. Volvió a sisear y llevó de nuevo los chorros hacia su bulto. Allí los hizo rodar sin salirse de él y comenzó a gemir a causa del placer. Sus mejillas se tornaron rosas y la alcachofa comenzó a moverse más deprisa.

-          Oh… si…

Que rápido llegaba al orgasmo en la ducha. Siguió moviendo la alcachofa hasta que se corrió con los chorros y gritó de placer, mientras ella también se movía hacia arriba y abajo.

Dejó la alcachofa a su lado, mientras intentaba recuperar el aliento.

-          Joder…

De fondo los Black Eyes Peas seguían cantando, y ella a regañadientes se volvió a levantar para terminar de ducharse.
Cuando terminó de secarse el pelo negro y largo, ya vestida, cogió el móvil de su cuarto y se sentó a los pies de la cama, mientras marcaba el número 4 de su teléfono. La llamada era para Verónica y esta lo cogió a los tres tonos.

-          ¿Ya se han ido? – fue su saludo.
-          ¡Sí! – exclamó Yolanda ilusionada - ¿Nos vamos de compras?
-          ¿De compras?  - preguntó Verónica, muy extrañada - ¿Qué quieres comprar?
-          Pues algo con lo que el Jona sueñe mientras no esté conmigo.
-          Tú sí que sueñas, tía.
-          Necesito una falda corta y no tengo ninguna.
-          A ti no te gustan las faldas cortas –dijo de mala gana Verónica.
-          Ya lo sé, pero es lo más practico para… ya sabes…
-          Yo flipo, tía. Está bien, ¿a qué hora te paso a buscar?
-          Yo ya estoy lista, ven cuando quieras y comemos en el McDonald’s.
-          Comida basura, genial – se quejó su amiga.
-          Tía, que no tengo ganas de cocinar.
-          ¿Y después qué? – preguntó para cambiar de tema.
-          No sé, ya se nos ocurrirá algo.
-          Podríamos ir al Roble – sugirió Verónica.
-          ¡Pero si solo van críos! – exclamó molesta Yolanda.
-          ¡Que no! Van muchos de la clase y también gente grande.
-          Estupendo, los de clase – murmuró quejosa Yolanda.
-          Venga va – rogó su amiga.
-          Está bien – aceptó Yolanda después de unos segundos -. Pero porque esta noche te arrastro al Atlantis que sino…
-          ¡Te paso a buscar! – Exclamó más que contenta Verónica y colgó.

Yolanda negaba con la cabeza, mientras dejaba en carga su móvil, en lo alto del escritorio. Volvió a conectarse a internet y entró en Facebook, mientras esperaba la llegada de su amiga, para pasar el gran sábado en su compañía.

2 comentarios:

  1. Ya lo decía yo... esta niña sabe muxo!, jajajaja..Gracias x publicar tan seguido!, ahora a esperar el siguiente!

    Saludos y besos, muak!!!

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  2. ¿que hará esta chica la noche del sábado? si ya comenzó su día así jejeje muy interesante muero por leer el próximo capitulo

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